Este domingo, 29 de diciembre de 2024, celebramos la Fiesta de la Sagrada Familia, un modelo para nuestras familias cristianas, donde el amor y la fe construyen hogares como pequeñas “iglesias domésticas”. El Evangelio de Lucas (2,41-52) nos trae la escena de Jesús perdido en el templo, y destaca el hermoso mensaje: “Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres”.
Comentario sobre el Evangelio
El relato nos presenta un momento clave en la vida de Jesús: su decisión de permanecer en el templo. Este gesto, lejos de ser incomprensión hacia sus padres, manifiesta su total dedicación al plan de Dios. En esta escena, María representa la fe que medita, acepta y guarda lo que no comprende.
Como familias cristianas, estamos invitadas a ser, como la Sagrada Familia, espacios donde los miembros puedan crecer “en sabiduría, en estatura y en gracia”. En un mundo lleno de retos, el ejemplo de Nazaret nos llama a crear hogares llenos de amor y diálogo, abiertos a la fe y al plan de Dios.
Preguntas para la Reflexión
Antes de finalizar, compartimos unas preguntas para la reflexión individual:
- ¿Cómo vivo en mi familia la fe, especialmente en los momentos difíciles o de incomprensión?
- ¿Soy capaz de guardar en mi corazón lo que no entiendo, confiando en los planes de Dios?
- ¿Qué puedo hacer para que mi hogar sea una “iglesia doméstica” donde reine el amor y la fe?
Reflexión Final
La Sagrada Familia nos enseña que la vida diaria, con sus retos y alegrías, es un camino hacia Dios. Que este día sea una oportunidad para renovar nuestro compromiso como familias cristianas, siendo un reflejo del amor y la gracia que reinaban en Nazaret. ¡Feliz día de la Sagrada Familia!
¡Nos vemos en la Eucaristía!