Hoy, con la Natividad del Señor, celebramos la llegada de la Luz verdadera al mundo. El Evangelio según San Juan (1, 1-18) nos recuerda: «El Verbo era la luz verdadera que alumbra a todo hombre«. Esta luz no solo ilumina nuestras vidas, sino que también completa nuestro Belén, con la llegada de Jesús como centro de nuestra fe y esperanza.
En este día de gozo, reflexionamos sobre lo que 2024 nos ha dejado: momentos de alegría, retos y también las pérdidas que nos han marcado, como las sufridas por las víctimas de la DANA. Pero incluso en la dificultad, la Luz de Jesús nos ofrece consuelo y un motivo para seguir adelante.
Completamos nuestro Belén
Hoy, al contemplar al Niño en el portal de Belén, recordemos que su nacimiento nos invita a abrazar la verdadera riqueza de la vida: el amor, la paz y la solidaridad con quienes nos rodean. ¡Abramos nuestros corazones a la Luz y la esperanza que Él nos trae!
Preguntas para la reflexión
Antes de finalizar este día tan especial, reflexionemos:
- ¿Cómo puedo ser luz para los demás, siguiendo el ejemplo de Jesús?
- ¿Qué aprendizajes me deja este año que termina?
- ¿De qué manera puedo llevar esperanza y amor a quienes más lo necesitan?
Reflexión final
Pidamos a Jesús que ilumine nuestro camino y nos guíe para ser instrumentos de paz y alegría en el mundo. ¡Feliz Navidad!
¡Nos vemos en la Eucaristía!
Que el Señor siga iluminando nuestro camino y acrecentando nuestra fe
Que así sea, Teresa. ¡Muchas gracias por tu comentario!